Regalos navideños

Diciembre se instaló y como todos los años vino trayendo sus aires festivos. La gente de la "municipalidad" de Antibes ya se encargó de adornar con luces alegóricas la plaza principal y algunas de las calles más importantes. Ya hay vecinos que pusieron luces en sus balcones y hasta muñequitos de Papá Noel (aquí se llama... Pere Noël... por qué en Argentina decimos "Papá Noel" y no "Papá Navidad"?) que trepan por las barandas.
Todavía no ví a nadie disfrazado de Papá Noel pero seguramente quedarán menos ridículos que los Papá Noel de Santiago que tienen que laburar con temperaturas de 40 grados vestidos para -10 grados! (hay un lindo cuentito de Fontanarrosa al respecto). Otra cosa que no queda (muy)ridícula por estos lares es el arbolito de navidad simil nevado (Coinciden conmigo en que un arbolito de navidad blanco, en Argentina, es de lo más ridículo?).

Tal como sucede por aquellos pagos, el bombardeo comercial ha aumentado de la mano de las "promociones navideñas". Claro que las vedettes son los juguetes. Por suerte mi hija no pide (y si lo hace no la entendemos) pero yo ya puse en práctica un recurso de distracción que se transmite de generación en generación en la familia Cavadini: los folletos. Tal como hiciera mi padre con un folleto con los personajes de los Transformers que nos mantuvo entretenidos 3 meses a los, en aquel entonces, 3 hermanitos Cavadini; yo me conseguí un folleto de una juguetería y con eso la tengo entretenida a Renata. Por ahora lleva el folleto hasta cuando va al baño. Ya estoy buscando otro para cuando se aburra de éste...

Un abrazo.