Por recomendación de Jauretche, soy seguidor fiel de La Nación y muy particularmente de la columna del periodista Joaquín Morales Solá. Justamente, en su columna del 20 de septiembre, intitulada
El drama de un país que no resuelve los problemas dice:
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No hay argumentos que expliquen, por ejemplo, por qué todavía no existe voto electrónico en el país. Los progresos tecnológicos no eliminan la perspectiva del fraude, pero acotan muchísimo la posibilidad de hacerlo. Luis Juez no tuvo muchas pruebas para demostrar que le habían robado la elección cordobesa, pero tenía una evidencia política relevante: el escrutinio de Córdoba duró 17 horas increíbles.
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Podría hacer un desguace de cada una de las pelotudeces que dice el periodista "perseguido" (que más laburo tiene en Argentina!) pero voy al nudo que es confundir "velocidad" con "fiabilidad".
El problema de la elección de Córdoba no fueron las "increíbles" 17 horas de escrutinio sino las irregularidades (cortes de luz, no carga de "algunos" telegramas...) que se produjeron en esas 17 horas. Y lamento comunicarle que con el voto electrónico se podrían haber cometido las mismas irregularidades (por ejemplo, cortando la luz y/o la comunicación).
Don Solá dice que "Juez no tuvo muchas pruebas para demostrar que le robaron la elección" pero se no repara (mmmm...) en que don
Luis Juez tendría menos pruebas si la elección hubiera sido "electrónica"Don Solá, con artículos como ese, le hace un favor (gratuito?) a la clase política (ep... sí, sí existe esa clase) tratando de convencernos de que la tan mentada "reforma política" pasa por el voto electrónico.
Un abrazo.
PSconGarra: lo que me hicieron sufrir los muchachos de la ovalada...