Hay caídas y caídas

"Cayeron las bolsas del Mundo" leí la semana pasada. "Cayó la banda del robo al Banco Río" fue el último titular que vi en TN antes de venirme a Francia y recordé cómo el Gordo Valor se cayó de la tapia cuando intentaba escaparse del penal. "Todo lo que sube, cae" dijo -más o menos- Newton, mientras mordía la manzana que luego sería condenada a ser distintivo de la empresa de Steve Jobs. Tengo un par de amigos que andan preocupados porque se les cae el pelo y tengo otros que ya no tienen pelo que se les caiga. Llegó el verano y las chicas se dieron cuenta -tarde- que se les cayó todo. Cayó el muro de Berlín y Roger Waters (Pink Floyd) hizo caer The Wall para festejarlo. Cayó Troya después de 10 años de sitio (web?), cayeron las torres de New York y fueron pretexto para que caigan bombas en Afganistán e Irak. Cayó un pedazo de la estación espacial MIR en el patio de mi vecino. Mi equipo, Ecuador, cayó 3 a 0. Rodrigo Palacio se cayó 6 veces en los 5 minutos que jugó contra Costa de Marfil... y se me cayó mi hija.

Sí, a este gil que escribe, se le cayó su hija. La senté a hacer "popó" en el inodoro con su adaptador y todo, en un momento -milésimas de segundos- la desatendí para levantar el pañal semi cagado y sentí DONK!: mi hijita había aterrizado con la frente... dejo de lado los detalles y resumo: está ok, no se le hizo chichón y tuvo que sufrir horas de insomnio.

Moraleja: con los chicos, el tiempo tiene una dimensión basquetbolística, en milisegundos pueden pasar muchas cosas. Escribo esto y recuerdo las sabias palabras del Negro Guille, mi profe de basket: "la mirada en la pelota, piés separados, apoyado sobre las puntas; brazos despegados del cuerpo y siempre una mano chequeando la posición de la marca", no nos dimos cuenta pero el tipo nos enseñó algo más que basket.

Un abrazo. Escriban.